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Metodología:
En mi proceso de Investigación-Creación, tienen cabida el señalamiento de desencuentros, dislocaciones y posibles nexos a explorar y tejer entre la epistemología, la episteme e incluso metodologías científicas que constituyen lugares de creación investigativa (una noción particular de crear haciendo, pensando y relacionando prácticas científicas), y el afecto como condición de prácticas de subjetividad y fuerzas con-formantes (noción de gestos de creación sensible con los entornos sociales y naturales): un imbricar el investigar con conceptos y nociones, con el crear sensible.
En este énfasis trans-disciplinario, que en ocasiones es indisciplinar y contra-metodológico, se constituyen apuestas de creación que, mediante prácticas científicas como el trabajo en laboratorio, habitando fronteras y espacios donde el conocimiento toma de un hacer de múltiples cuerpos y de herramientas diversas, para constituir un terreno donde la tecnología de las pantallas se puede decolonizar y lugarizar.
El objetivo general es la conjunción de partes que estratégicamente se conseguirán bajo la forma de objetivos específicos. Esos objetivos, si bien se presentan de manera secuencial por la exigencia misma discurso del proyecto, en su realización no obedecen a esta lógica, pues se irán consiguiendo de manera simultánea y complementaria. Aclarado esto, los caminos por los que se transitará, tienen que ver con la realización de los siguientes objetivos puntuales:
1. Para Indagar en las posibilidades de incorporación epistémica y procesual de los medios como constructores de redes afectivas liberadoras que conecten saberes espirituales, materialidades y formas de creación que pasan por los cuerpos, me propongo hacer un énfasis en prácticas contemporáneas y recientes con este tipo de tecnologías. En este propósito, se realizará una revisión de pioneros de tecnologías computacionales, de artistas recientes que trabajan con materialidades responsables y con prácticas de imagen y de pantallas mutantes (incluyendo mis propios haceres). En la posibilidad del pensamiento crítico, como modo de construir pensamiento creativo, movilizante y cuestionador de los regímenes establecidos de la vida cotidiana. En este punto, la ruta del caminar con, está más cercana a la investigación, a partir del tejer referentes históricos recientes y ancestrales, con las teorías y epistemes del sur, que darán sentido y unidad a la apuesta de una deconstrucción decolonial de la tecnología de pantallas, en su amplitud y pluralidad de expresiones y sentires, que dan un sentido a las construcciones pasadas y a las contemporáneas, incluyendo las experiencias prácticas de mi propio proceder.
Para esto, se realizará una contra-metódica, como una apertura a la sensibilidad del otro para la investigación, por un lado, y el rompimiento de las fronteras disciplinares, para actuar desde el cuerpo, o desde la fractura de la retórica, para establecer discursos poéticos y abiertos en las ciencias humanas por el otro. Tales experiencias, posibilitarán encuentros con el obrar, y por ende, de la apertura del gesto creativo procesual, inquietante y tensionante de los sentires ampliados de los creadores, de las comunidades y del público o comunidad de cada producción. De este modo, las características propias y matéricas del acto creativo, darán lugar a modos de decir y pensar propios del montaje. Entendido este último como proceso físico de cortar, pegar, mover superponer, yuxtaponer, romper, estirar, contraer, que se propone con la materia plástica, de imagen y forma. Es, al mismo tiempo, una posibilidad física y conceptual de construir pensamiento otro en el mundo a través del cuerpo de la obra, de la gente y buscando configurar el cuerpo de las ideas. Esta conjunción de reflexiones y diálogos, se concretarán a modo de un documento escrito hipertextual navegable en internet y en plataformas multimedia. El proceso de escritura en montaje, requerirá de un intercambio con las ideas de los autores previos, con los ejemplos y con las prácticas referentes a las tecnologías de las pantallas en Colombia, para construir discursos que atraviesen los tiempos y las técnicas. Se trata de, copiar, coser, sanar desde las palabras y las epistemes que surjan en los encuentros en una escritura que conjugue lo poético y una escritura académica rigurosa.
2. Para proponer textos generativos como haceres prácticos en la construcción de una textualidad reflexiva, el gesto que propongo, depende de una re-programación sensible y conceptual de las partes técnicas de los aparatos; una carne que debe ser sensibilizada desde un uso diferente que resuene con los afectos y las emociones, no solo con la lógica de los programadores iniciales. Reprogramar y recodificar son modos de creación. Se trata de dotar a la máquina de un nuevo cuerpo fluido que se corporiza en el mismo proceso de obrar, es decir, de ejecutar su acción de conexión, de puente entre habitares y existencias. Para tal fin, el documento de tesis será el resultado de programaciones que puedan ser navegables desde internet, que provoque navegaciones académicas descentradas, móviles, a partir de herramientas de medios múltiples y que permita conexiones diversas entre materialidades, epistemes y conceptos que se generen en las programaciones cambiantes y generativas: textos que se modifiquen, según las lecturas de quienes se acerquen a esta textualidad. Las imágenes, los textos, sonidos, productos audiovisuales y las posibilidades de tejido entre ellas, serán el resultado físico, teórico y epistémico, de la investigación para la academia, apostando a las posibilidades abiertas que crean los medios electrónicos y digitales más estandarizados, para dar apertura a codificaciones de lectura decoloniales.
En este sentido, la naturaleza misma del medio, debe abrirse de la técnica, y entrar al flujo de conexiones rizomáticas, constituirse en un nexo que vincula la materia y sus potencias de cuerpo, con el discurso y el lenguaje en ella inscrita. Esto quiere decir que aunque el problema no es lo técnico, no se debe olvidar que esto es su inscripción con su propia carne, es decir, la técnica constituye una materia propia del medio, unas particularidades que lo ayudan a conformar como un cuerpo, pero el gesto, lo que se produce en su relación y nexo en su interioridad y su exterioridad con lo otro, no se restringe solo a los valores tecnológicos y, al contrario, las gestualidades del medio dependerán como lo dice Flusser (Flusser, 2017), de cómo se puede actuar en respuesta a la técnica, más allá de lo que el aparato y dispositivo está acostumbrado o programado para hacer.
En esta ruta, la escritura será realizada con programación para lecturas en rizoma, tiene que ver también con la opción de proponer una revisión de una arqueología medial o una revisión de algunas de las tecnologías de la américa profunda, desde una perspectiva que entiende la pantalla como umbral en prácticas y construcciones ancestrales propias de nuestro continente. Con base en su comprensión, se propondrán las técnicas y tecnologías en un sentido ampliado, haciendo un énfasis en el reconocimiento de los saberes lugarizados del umbral, relacionándolo con las programaciones plurales, con los algoritmos analógicos y materiales y con las codificaciones espirituales y simbólicas de las tecnologías orgánicas y germinadas en nuestro territorio. Esto desde la pantalla como programación conectiva de espacios de creación y transmisión de conocimiento con lo humano y no humano, con la creación de imágenes complejas y con la utilización de materias con sentido y espiritualidad. La revisión ancestral, se relaciona directamente con la reprogramación de los algoritmos binarios de la contemporaneidad, para introducir lecturas y relaciones complejas entre tecnologías digitales, con los umbrales pre-computacionales.
De todo esto resultarán práxis de navegación sonora, visual e inmersiva, que conectarán los textos y documentos académicos, mediante programaciones visuales de la página en la red y en medios multimediales. Texto que requerirá de programación profunda en sintaxis (java y phyton), programación visual, diseño de imagen y sonido, diseño de objetos en los espacios de insersión, y articulación sensible con las ideas propuestas entre el algoritmo, lo sensorial y los conceptos.
4. Para posibilitar la inserción concreta de acciones de tecnologías de pantallas otras, lugarizadas con holografía, electrónica y programación generativa se realizarán tres prototipos prácticos de pantallas físicas y tangibles: una electrónica y dos holográficas, las cuales serán emplazadas para proponer diálogos con el entorno natural de la lugarización. La pantalla electrónica, de baja resolución, soportará imágenes en movimiento a partir de la creación desde cero de tecnología electrónica, en conjunción con materias y materialidades biodegradables. Las dos pantallas hologramas se podrán visibilizar en el entorno, por medio de iluminaciones sintéticas alimentadas con energías sustentables, eólicas o solares, para que sean independientes de cualquier control humano y construidas con soportes amables y biodegradables. Los lugares posibles de su inserción son: en el espacio natural, entre árboles y vegetación, ubicado a 15 minutos de Fusagasugá (mi lugar de nacimiento) un espacio llamado “Verde de Agua” por un lado, y por otro, en espacios urbanos de la ciudad de Bogotá (ciudad de mi residencia), con pantallas que se embeban pero que creen una liberación del umbral en el diálogo con su entorno, sobre espacios arquitectónicos no pensados originariamente para el contacto con pantallas orgánicas.
En este sentido, los caminos que llevarán a la constitución de estas formas, implican una elaboración de creación y ensamblaje dentro de laboratorios y talleres donde se experimentará la acción y práctica del proyecto. Para ello, son tres tipos de laboratorios que se utilizarán en este propósito: sucio, limpio y húmedo. El primero, “sucio” implanta la realización de ensamblajes, soldaduras, medición de cargas eléctricas, construcción de microcontroladores y circuitos eléctricos funcionales ensamblados desde su etapa inicial. En este laboratorio o taller, se dirigirán las cargas y energías eléctricas: electrones coordinados que generen en su programación, la aparición de imágenes visuales en movimiento de baja resolución. El segundo laboratorio “limpio”, es decir, un laboratorio óptico, donde se llevan a cabo las experimentaciones holográficas, para la elaboración de imágenes topológicas tridimensionales, y que a partir de los fotones y del trabajo artesanal y escultórico con objetos, construya las pantallas no normalizadas, que tienen la potencia de instaurarse reflexivamente en entornos. En este lugar, se disponen elementos ópticos como espejos, lentes y difractores que en su montaje direccionen y coordinen los fotones para la grabación en celuloide de las imágenes lumínicas holográficas. El tercer laboratorio, es el “húmedo”, donde se realizan las experimentaciones con elementos orgánicos, para la cocción, deshidratación y cultivo de materiales biodegradables en la implementación de bio-plásticos para la construcción de los soportes y los entramados físicos de cada pantalla. Cercano a la figura de la cocina, este espacio origina la experimentación con los materiales para que tengan la consistencia, dureza y condiciones biológicas óptimas que no atenten con la salud humana, y que brinden en su descomposición, integrarse amablemente a los entornos naturales donde se instalarán.
3. Para proponer, desde el Sur global, un diálogo epistemológico no lineal sobre la tecnología, como corresponde al tercer objetivo específico, se propone una perspectiva en la que las artes y los modos de obrar son modos de conocimiento, de epistemes no necesariamente epistemológicas al servicio sólo del concepto y la idea positivista. Son apertura a campos de vinculación de todos los saberes que pasan por el cuerpo y sus sensibilidades, en consonancia y sin olvidar los diálogos con las reflexiones mentales.
Lo que se busca con esto es una ampliación de posibilidades originada en el mismo proceso de reconstituir una sutura de lo que se encontraba roto por acción de la colonialidad: es decir, cuando se vincula la mente y sus procesos, a la afección del cuerpo, surgen maneras inquietantes de relación con el mundo y los contextos; se amplían a su vez los modos de conocer, de conocimiento, de constitución de saberes y de diálogos de las interioridades de las subjetividades, con las exterioridades del mundo, de las disciplinas y saberes que se entraman en nuevos rizomas. Las nuevas posibilidades de aperturas de los bordes disciplinares entraman encuentros y tensiones, como ocurre en los propios cuerpos afectivos. La afectividad afecta los límites disciplinares y produce no solo multidisciplinas e interdisciplinas, sino que también conjura nuevas formas de conocer transdisciplinar e indisciplinar que rompen los límites y da apertura a otros conocimientos sensibles pos-disciplinares y anti-disciplinares.
En este territorio me interesa establecer nuevos juegos y matices de la propuesta relacional entre el Arte y la Ciencia en nuestra contemporaneidad y además de Haceres y Pensares, en un espacio donde las consideraciones metódicas no primen sobre las sensibles y creativas, donde las disciplinas no dispongan los límites racionales del acto creativo. El espacio que me interesa costruir es un territorio fluido en el que el método da lugar a la libertad de las ideas generadoras de conocimiento, en el campo sensible y afectivo del cuerpo; es decir, en una restitución de la intuición corpórea y encarnada de la periferia o como lo llama Mello (2008), la extremidad de los gestos creativos, vinculados a las acciones conceptuales de la reflexión como parte de la constitución de un cuerpo al mismo tiempo sensible y pensante. En ese espacio se buscará una apertura a la sincronización o desincronía, creadora y revulsiva del cuerpo y pensamiento aconteciendo sin jerarquías: programando desde las sensaciones, provocando imágenes reveladoras desde la creación de ideas y de gestos corporales de la materia al mismo tiempo, un encuentro entre el bienestar del vivir interno, con una conciencia del bienestar y buen vivir del otro y de lo natural.
Los saberes y conocimientos que pasan por el cuerpo, que atraviesan la experiencia, originan un descentramiento de la razón, pero sin negarla, involucrándola a partir de ejercicios gestuales de resignificación, siempre variables, siempre sensibles.
En este espacio, los medios pueden entrar como materias en tránsito, fluidas, móviles y maleables; allí se desmantelan de sus singularidades técnicas, se desmiembran: una pantalla pasa de la sala al bolsillo, a las gafas, a los relojes, el sonido pasa de los aparatos reproductores clásicos, a las estaciones de metro y de Transmilenio, se achica, que deforma, se informa sin sentido. El reto consite en esas relaciones que se enlazan entre los cognoscitivo y lo cognoscente o aiesthesico (entendido como forma de conocer desde lo sensible) se aprovechen de ese desmembramiento de los dispositivos contemporáneos, para pasar de la información sin sentido multiplicada, disforme, a una con-formación, en carne, en sentido (perceptual y conceptual) y en gestos y actos de creación que superen la superficie de los datos y la comunicación publicitaria contemporáneas.
Para ello, el proceso requiere el trabajo colaborativo. Por tal razón, se realizarán encuentros con con científicos (físicos ópticos), artesanos (talladores de madera, tejedores y escultores cerámicos), bioquímicos y otras comunidades que nos permitan alimentar las reflexiones y las prácticas del proyecto, mediante visitas y trabajo en los laboratorios, experiencias de co-creación con los hacedores y conversaciones registradas con cada grupo en particular. El conversar con las personas, con sus modos de hacer y sus procedimientos, para tejer las relaciones tecnológicas y sensibles, sus tipos de pantallas y sus creaciones, conformarán un territorio de acción escritural, reflexiva y práctica para el proyecto.
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